Mostar vive una noche de terror con siete explosiones de origen desconocido
Siete explosiones sacudieron en la madrugada de ayer el sector croata (oeste) de Mostar. Aunque no hubo heridos, el incidente demuestra el clima de terror en el que vive la población musulmana (unas 3.000 personas), que aún habita en ese lado de la ciudad, según explicó el portavoz de la Sfor (fuerza de estabilización de la paz, liderada por la OTAN), quien no llegó a explicar si las explosiones iban dirigidas contra esa comunidad.Este tipo de explosiones no son nuevas. A veces, se trata de ataques de las mafias croatas contra aquellos negocios que no se someten a la extorsión.
Los restos de una granada de mortero, de 60 milímetros, fueron hallados junto al puente Carinski, en la parte croata situada en el centro, junto a la antigua línea del frente. Sfor ha puesto en marcha una investigación para determinar si la granada fue disparada o si se produjo una explosión accidental. Sin embargo, no se explicó la relación entre esa granada y el número de detonaciones. La sóla presencia de un mortero de ese calibre representa una violación de los Acuerdos de Dayton, pues su posición está prohibida en el interior de la ciudad.
Este nuevo incidente culmina una semana de gran tensión, en la que el lunes una, persona perdió la vida y otras 22 resultaron heridas al ser atacadas por dos francotiradores croatas mientras oraban en el cementerio musulmán. Al día siguiente, 18 croatas resultaron heridos al ser apaleados por musulmanes en la carretera que une Ploce con Sarajevo.
Por otra parte, en Belgrado, la oposición serbia anunció anoche la suspensión por tres semanas de sus manifestaciones contra el fraude electoral. Sus dirigentes han advertido, no obstante, que saldrán de nuevo a las calles si el presidente serbio, Slobodan Milosevic, no renuncia a su férreo control sobre los medios estatales. El anuncio fue hecho casi de forma simultánea por los tres principales líderes de Zajedno (Unidos) en el 88º día de protestas consecutivas. "La presión debe mantenerse fuerte, pero el método debe cambiar", manifestó uno de ellos, Zoran Djindjic.
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