Los vecinos de Pasaia afectados por la violencia callejera expresan su impotencia

Los vecinos de Pasaia (Pasajes) cuyas viviendas se vieron afectadas por el incendio con cócteles mólotov provocado por encapuchados el pasado domingo interpelaron ayer públicamente a los propios votantes de HB sobre los efectos de la violencia calleera. Un grupo de estos vecinos se personó en la sesión plenaria de su ayuntamiento para, ante los ayer muy circunspectos concejales de HB, dar cuenta de su impotencia y de su rabia."A los que han cometido semejante acto, a los que les jalean y a los que les votan queremos preguntarles si desde el domingo han tenido tiempo de pensar que no han quemado solamente una entidad bancaria sino que han jugado peligrosamente con la vida de 15 familias de este pueblo". "Queremós decirles", añadieron, "que desde luego no vamos a permitir que piensen que este pueblo es sólo suyo".

El incendio de la sucursal de la Kutxa (Caja de Guipúzcoa) se extendió a algunas viviendas obligando a desalojar el edificio y a hospitalizar a varios ancianos, uno de los cuales continúa ingresado. El relato de los hechos ofrecido por los vecinos caracteriza el comportamiento de los encapuchados, que hicieron caso omiso de sus súplicas para que no siguieran arrojando más botellas incendiarias y describe momentos de pánico en los que algunas familias creyeron verse definitivamente atrapadas por las llamas.

Ayer, los afectados, cinco de los cuales han sido alojados en un hotel a la espera de que rehabiliten sus viviendas, tuvieron palabras de agradecimiento para los guardias municipales y los vecinos que contuvieron el fuego.

Con los votos del Gobierno tripartito municipal -PNV, EA y PSE-EE- el Ayuntamiento condenó la "política de arrasamiento que determinados sectores con inclinaciones tiránicas pretenden imponer a la convivencia, así como al desarrollo futuro de nuestra historia como pueblo".