Esperando a Cibeles

Los operadores se dejaron arrastrar por el récord de Nueva York del miércoles y ayer la Bolsa abrió al alza en espera del buen dato de inflación para 1996. No hubo sorpresas y el 0,3% (3,2% en tasa interanual) se situó en el centro de las expectativas, ni para peor ni para mejor. Por eso, cuando Wall Street comenzó la sesión con tomas de beneficios, el mercado español decidió que era más seguro imitar el ejemplo. Así, Madrid perdió 1,56 puntos (un 0,34%), al situarse en 462,56, mientras que el Ibex 35 perdía un 0,43% y cerraba a 5.327,32. También esta retirada fue seguida por las bolsas europeas.Los analistas del mercado no están intranquilos por estas tomas de beneficios, que parecen normales a estos niveles de precios. El volumen negocia do, 85.690 millones, no es despreciable .

Y mientras la bolsa se toma un descanso y mira a Cibeles, el Tesoro no para. Ayer volvió a recortar la rentabilidad de las letras a seis meses hasta el 5,342%, un 0,523% menos que en la anterior subasta y vuelve a ejercer la consabida presión sobre el Banco de España para que éste rebaje el precio oficial del dinero, lo que puede hacer hoy mismo, en la subasta de certificados.

En el mercado secundario, la rentabilidad del bono de referencia empeoró a 6,72%, un 0,01% más que el martes, y el diferencial con Alemania se situó en 0,96 puntos (0,93% la víspera) a causa del mejor comportamiento del bund.

La peseta, por su parte, perdió 1,80 unidades (133,581) frente a un imparable dólar y cinco céntimos frente al marco (83,603).