El Gran Circo Mundial recuerda al empresario Arturo Castilla

Entregó toda su vida al circo, al que llegó casi de puntillas allá por 1930. Y allí se quedó el empresario Arturo Castilla, hasta que falleció el pasado mes de noviembre. De su trabajo dentro y fuera de la carpa escribió en su libro, La otra cara del circo: "Es una constante batalla para vivir en la paz".Por ese motivo, hoy su familia del circo rinde un emotivo homenaje a este hombre, que recibió a lo largo de su vida varias distinciones, entre ellas el reconocimiento de las Bellas Artes Circenses por parte del Ministerio de Educación y Cultura, y el Premio Nacional de Circo. Muchos eran los que le querían bajo la carpa. Uno de ellos, el payaso Tonetti dice: "Arturo Castilla seguirá soñando con circos. Inundando el infinito de alegría y sentimiento. Aquellos que amamos el circo contemplaremos el firmamento y allí veremos un amigo, que derrochaba generosidad".

En la función intervendrán: una pareja de tigres de Bengala, unos mastodónticos elefantes asiáticos, un equipo de fútbol en cuya alineación militan perros; también hay dromedarios, llamas, búfalos... Y actuaciones de malabaristas, payasos, que además de sus habituales gracias obsequiarán al público con parodias musicales; trapecistas y un ballet aéreo procedente del circo Pinder de París. Otra de las atracciones peculiares es la del hombre bala, el americano John Taylor, que demostrará que es capaz de volar. El programa, de dos horas y media de duración, finaliza con la llegada de los Reyes Magos.

El Gran Circo Mundial. Explanada de la plaza de Las Ventas. (Metro Ventas). 19.15. Precio: no numeradas: niños, 600 pesetas; adultos, 1.400 pesetas. Numeradas: de 1.500 a 3.000.