Siria acusa a Israel de un atentado que provocó nueve muertos en Damasco

Las autoridades sirias reconocieron ayer que nueve personas murieron el martes a causa de la explosión de una bomba en un autobús en un barrio céntrico de Damasco, la capital. Según otros testimonios coincidentes recogidos en Jordania, los muertos podrían ser 15 y una treintena de heridos. El régimen de Hafez el Asad acusó al servicio de espionaje israelí de haber colocado el artefacto en el interior del vehículo. Israel desmintió estar detrás de la acción terrorista.El autobús, que acababa de salir de una estación en el centro de la capital, trasladaba a los pasajeros a la ciudad de Alepo, en el norte del país, para pasar las fiestas de Año Nuevo. Varios edificios de la zona quedaron dañados por la explosión, señalaron varios testigos llegados a Ammán que pidieron el anonimato. Fuertes medidas de seguridad reinan desde el martes en las principales calles de Damasco.

Este incidente se produce días después de una ola de detenciones en Líbano tras el ametrallamiento de un minibús sirio, el pasado 18 de diciembre en el norte de Beirut, atentado en el que murió el conductor.

Varios opositores cristianos antisirios fueron detenidos por las autoridades libanesas tras ese suceso, pero fueron posteriormente puestos en libertad. Siria tiene desplegados 35.000 soldados en Líbano desde 1976.

Hace dos semanas, un sirio murió en una explosión cerca del centro de espionaje sirio en Trípoli, la capital de Libia. El año pasado, varias personas resultaron heridas al estallar un coche bomba frente a la sede de la Feria Internacional de Damasco.