Karpov adiestraba en explosivos a los activistas en un chalé de Burdeos

El jefe etarra Juan María Insausti Mugica, Karpov, detenido el pasado martes, impartía cursillos en el manejo de armas y explosivos en un chalé de Haillan, cerca de la ciudad francesa de Burdeos, según fuentes policiales. En la vivienda fueron halladas cintas de vídeo en las que se explica cómo manipular artefactos explosivos mediante el relato de una persona que no aparece en las imágenes.

La captura de Karpov, uno de los responsables del aparato de cursillos de ETA, era un viejo objetivo del general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, que obtuvo pistas fiables sobre el a comienzos del presente año, según fuentes policiales. Los datos fueron transferidos al Servicio de Información que dirige el coronel Dámaso Alonso, que desde entonces se volcó en este objetivo. Durante meses, guardias civiles fueron estrechando en Francia el círculo en tomo a Karpov. Eso explicaría que éste y otros miembros de la estructura etarra quemaran en las últimas semanas varios coches al sospechar que estaban siendo seguidos a través de pequeños aparatos colocados subrepticiamente por los agentes en tales vehículos. La sospecha de que eran seguidos se desató entre los etarras sobre todo a raíz de la captura del número tres de la organización, Julián Atxurra, Pototo, ocurrida el pasado julio.

La Guardia Civil y los Reseignements Generaux franceses localizaron el chalé de Haillan, que fue abandonado recientemente por Karpov y su compañera María de las Nieves Sánchez del Arco. Ambos se trasladaron a un piso de Sylvaine Guimonprez, en el barrio bordelés de Saint Michel. Fueron detenidos el pasado martes cuando estaban en un cabina telefónica.

Fuentes de Interior aseguran que la policía francesa no ha informado aún de los documentos e informaciones hallados en poder de Insausti.