El Tenerife queda en evidencia

El Tenerife volvió a demostrar que la regularidad no es lo suyo. El conjunto canario ha sido capaz en lo que va de campeonato de conseguir grandes goleadas en casa y empatar en un feudo tan difícil como el Nou Camp, y a la vez sucumbir ante su afición con equipos como el Sevilla, o el Valladolid.

Ayer, los primeros cinco minutos del partido fueron determinantes para el posterior desarrollo del juego. El Valladolid aprovechó un segundo fallo consecutivo de la defensa tinerfeña para anotar su primer gol en el minuto tres. Con el gol en contra, el Tenerife mantuvo su presión atacante y dos minutos después Kodro fue objeto de penalti que él mismo no pudo transformar. El portero César no sólo rechazó el disparo desde los 11 metros, sino que también envió a córner el segundo tiro del delantero, bosnio. A partir de ese momento, el Valladolid se mantuvo bien replegado en su campo, sin renunciar al contraataque.

En la segunda mitad; Heynckes apostó por la velocidad de Neuville en lugar de la labor desafortunada de Kodro. El Tenerife logró nivelar pronto la contienda, pero cuando la remontada parecía más cerca, el segundo gol visitante llegó en una jugada a balón parado y a partir de ahí el Tenerife se apagó definitivamente.