Ataque fallido contra la Guardia Civil de Ordizia

EVA LARRAURI La llamada de un vecino permitió ayer a la Ertzairitza (policia autónoma vasca) localizar en Ordizia (Guipúzcoa) nueve tubos utilizados én la madrugada para lanzar granadas contra el cuartel de la Guardia Civil. Ninguno de los artefactos alcanzó su objetivo.

Ocho granadas cayeron en unas instalaciones deportivas de las inmediaciones, sin causar desperfectos, una quedó encasquillada en el tubo y algunas no llegaron a estallar. Artificieros de la Guardia Civil explosionaron ayer por la tarde, de forma controlada, una de las granadas porque consideraron peligroso su traslado y estudiaban la posibilidad de hacer lo mismo con otro de los artefactos. El Gobierno Civil de Guipúzcoa no precisó si la granada explosionada era la que había quedado en el interior de la correspondiente lanzadera.

Las lanzaderas fueron encontradas a unos 200 metros del cuartel, entre la carretera Madrid-Irún y un campo de rugby, apuntando hacia las instalaciones de la Guardia Civil. Hasta recibir las llamada de aviso, el atentado pasó desapercibido, al caer las granadas en el campo de deporte.

La Guardia Civil relacionó el atentado con el robo de un vehículo a punta de pistola cerca del cuartel, que ayer fue hallado en Ordizia.