El trasplante, último recurso

"La calvicie sigue siendo uno de los eternos desafíos de la dermatología", admite el doctor Joaquín Soto Melo, responsable de esta especialidad en el centro médico La Zarzuela de Madrid, uno de los pocos centros privados que realizan este tipo de operación de estética no cubiertas por la sanidad pública.Este experto, que creó hace más de 25 años el servicio de dermatología del hospital madrileño de La Paz, confiesa que no ha habido grandes progresos, y que el mayor avance es el trasplante de pelo. "Las candidatas idóneas son aquéllas en quienes la decalvación no es demasiado difusa, entre los 25 y 40 años". La técnica se basa en el empleo de microinjertos que sólo contienen de uno a dos pelos (extraídos con raíz de la zona donante del cuero cabelludo de la paciente) y que se meten en pequeñas hendiduras en la zona receptora que curan sin dejar cicatriz. Este experto subraya que debe ser realizado por cirujanos dermatológicos "para evitar desagradables sorpresas". "El aspecto final es análogo al de antes de haber perdido el cabello. El trasplante es con anestesia local y, en la mujer, en una sola sesión". El precio de la operación puede oscilar en torno a las 300.000 pesetas.