Clinton aborda en su campaña el absentismo escolar

El presidente Clinton, en el marco de una campaña electoral que sitúa en primera línea la defensa de los valores familiares y educativos, quiere que el sistema de enseñanza se movilice contrar el absentismo escolar. "La diferencia entre el éxito y el fracaso de nuestros hijos depende de si están aprendiendo cosas en las calles o en las escuelas. La calle no es una alternativa aceptable al aula", dijo Clinton en Washington a la asamblea de la Asociación Nacional de Educación, el mayor sindicato de enseñantes.El Departamento de Educación, anunció Clinton, va a poner en marcha un programa piloto de unos 1.280 millones de pesetas para ayudar a 25 colegios con problemas de absentismo. Todas las escuelas del país recibirán un manual que recomienda "tolerancia cero para los que hacen novillos". En él se aportan soluciones que han dado resultado en comunidades escolares y se sugieren estrategias para el problema, como rebajas de notas, retirada de permisos de conducir a los mayores de 16 años y toques de queda diurnos que permitan a la policía preguntar a un chico por qué está en la calle en horario escolar.

Las familias pueden resultar también afectadas cuando los hijos hacen novillos. Algunos estados interrumpen las ayudas públicas a los hogares en los que hay un absentismo reiterado. La manifestación del absentismo, en opinión del presidente Clinton, "es una señal de aviso de que un chico tiene dificultades y es a menudo una puerta de entrada a la delincuencia".

Consciente de los sondeos que indican que los ciudadanos están preocupados por el deterioro de la enseñanza y del entorno escolar, en los últimos meses Clinton ha anunciado diversas iniciativas como la extensión de los programas de divulgación informática entre alumnos y profesores, la erradicación de la violencia, la difusión de uniformes escolares y el rezo informal en las aulas.