Un segundo atentado en dos días en Moscú desata el pánico y el despliegue policial

Una persona murió y 30 resultaron heridas como consecuencia de la explosión de una bomba en un trolebús de Moscú. Esta segunda acción terrorista en dos días ha provocado el pánico en la capital rusa, y más de mil soldados de las tropas del Ministerio del Interior llegaron ayer a Moscú para reforzar la seguridad del transporte público. Nadie ha reivindicado por ahora los atentados, y las autoridades capitalinas piensan que pueden ser tanto obra de los guerrilleros chechenos como de la mafia moscovita.

La tragedia se produjo alrededor de las ocho y media de la mañana, hora local, en la avenida de la Paz, en el sector noreste de Moscú. La bomba -que había sido colocada bajo un asiento-, destruyó el costado derecho del trolebús. Según los especialistas, tenía una potencia equivalente a 300 gramos de trinitrotolueno.La explosión de ayer parece calcada de la que se produjo el jueves en otro trolebús, cerca de la céntrica plaza de Pushkin. En esa ocasión, una anciana encontró una bolsa con verduras, y se la entregó al conductor. Al cuarto de hora estalló el artefacto, que estaba en la bolsa debajo de las verduras, hiriendo al conductor y a otras cuatro personas.

Borís Yeltsin, el presidente ruso, anunció ayer a los dirigentes del Servicio Federal de Seguridad (SFS) que asumía personalmente la lucha contra el terrorismo. Yeltsin firmó un decreto para reforzar esta lucha y afirmó que Moscú "está infestado de terroristas y, conjuntamente con el Ayuntamiento, es necesario adoptar duras medidas".

El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, señaló que los atentados podían haber sido organizados por los independentistas chechenos, versión que es estudiada por el SFS. Luzhkov, sin embargo, también piensa que las bombas pueden haber sido colocadas por la mafia capitalina como "reacción al decreto del presidente sobre la lucha contra la criminalidad en Moscú y su provincia". En cualquier caso, los actos terroristas de los últimos dos días persiguen "sembrar el caos, el terror y la desconfianza hacia las autoridades y su capacidad para mantener el orden público en las calles de Moscú"