Falta de acuerdo en la reunión de Cambios Climáticos

"Los resultados serán flojos porque estamos a la mitad del camino", predijeron ayer fuentes de la secretaría del Tratado de los Cambios Climáticos al inicio de la conferencia que durante dos semanas intentará avanzar en Ginebra en la elaboración de un protocolo adicional para reducir la emisión de gases de efecto invernadero después del 2000. Las numerosas opciones barajadas en cuanto a porcentajes y fechas de reducción de las emisiones indican que no existe acuerdo alguno sobre el camino a seguir y que ni siquiera se van a cumplir los compromisos existentes sobre reducción de emisiones para el año 2000 al nivel de 1990.El presidente de la conferencia, el ministro de Medio Ambiente y Turismo de Zimbabue, Chen Chimutengwende, se hizo eco del escepticismo de los países en desarrollo al afirmar que éstos "quieren mayor compromiso" de los industrializados. "Después de todo son los que más contaminan", dijo.

"Una forma de medir el éxito de la conferencia es ver si los ministros aceptan el documento del Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC) como base válida para el refuerzo de la acción política", ha señalado Michael Zammit Cutajar, secretario ejecutivo del tratado. Los ministros acudirán a Ginebra los próximos días 17 y 18. Cutajar se refería indirectamente a la campaña llevada a cabo en las últimas semanas por grupos que representan a la industria energética para desprestigiar las conclusiones del segundo informe del IPCC, que constató por primera vez indicios de una influencia humana sobre el clima.

La industria ataca de nuevo

Ayer, en Londres y en Ginebra, la industria volvió al ataque. La Coalición Global del Clima señalaba que es demasiado pronto para saber lo que causa el calentamiento global observado y que la reducción de emisiones tendría un gran impacto sobre la industria americana y sus trabajadores durante los próximos 40 años. Según un informe encargado por el Instituto Americano del Petróleo, estas medidas crearán desempleo y reducirán drásticamente el crecimiento económico tanto del Norte como del Sur.En España, los grupos ecologistas e Izquierda Unida han criticado la postura gubernamental de no tomar medidas para reducir las emisiones para el año 2000. Ayer, Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente, matizó durante la toma de posesión de altos cargos del ministerio, esta postura. "Si España no está contaminando (...) ni en función del número de habitantes, ni de su actividad industrial, como lo hacen otros países, debe aceptar el objetivo global de reducción de la contaminación, pero no que se le establezca el mismo porcentaje de limitación que a otros países", dijo. Es la misma postura que defendía el anterior Gobierno del PSOE.