El mismo socio extranjero

, Conserver XXI ha solicitado dos patentes, española y europea, en 1994 y 1996 respectivamente. En la segunda, afirma Alfonso de Sande, ya se incluyen las nuevas formulaciones para productos no vegetales; la primera guarda un asombroso parecido con otra patente solicitada en Francia en 1981 por la Asociación para la Investigación y el Desarrollo de la Mejora de las Plantas y de Nuevas Tecnologías (ARDANT).

Otro detalle curioso es que el belga Dennis Allet, a quien De Sande presenta como propietario de la rama internacional de Conserver (Conserver Investement), se dirigió a Retarder antes de conocer a De Sande; los contactos se interrumpieron, según fuentes de la empresa fabricante, cuando los cheques de Allet fueron devueltos sin fondos.

De Sande afirma ser dueño sólo de Conserver en España. Del mercado fuera de la Península Ibérica se encargaría Conserver Investement, que ya hoy -siempre según De Sande-, tiene una gran demanda de producto aunque no fábrica para hacerlo. Por ello De Sande debe producir en la nave de Arganda "500 kilogramos de Conserver al día", para lo cual necesita "casi el doble de materia prima".

La mayor parte de este material es la sepiolita, que prácticamente sólo se produce en España; ni la empresa de sepiolita a quien De Sande dice comprar, ni ninguna otra en España, reconocen a Conserver como cliente (algunas le suministraron pequeñas cantidades de producto hace más de un año).

Conserver XXI superó una inspección para obtener el registro sanitario, según De Sande. Tanto éste como los demás conservantes son inocuos, y actúan sin siquiera estar en contacto con el alimento.