El Espanyol golea al Oviedo y sella su pasaporte para Europa

El Espanyol selló el pasaporte para Europa desde su exilio de Sabadell. El equipo de Camacho despachó un expediente farragoso con la sabiduría de un veterano, pero aplicado funcionario. Le bastaron apenas 22 minutos para desahuciar al Oviedo y hacer suyo un partido que llegó muy hinchado por el significado que representaba alcanzar la clasificación matemática para la Copa de la UEFA.

El equipo de Camacho es el mejor lenitivo para una entidad siempre al borde de un ataque de nervios -esta semana alguno de sus dirigentes ha dudado sobre la necesidad de vender Sarriá-, de incongruencias -el entrenador calla su anunciado adiós por respeto al aficionado mientras que la directiva anuncia próximos fichajes-, o de mala suerte -el de ayer era el partido del exilio por una naranja que un día en Sarriá dio en la pierna de un árbitro y, además aplazado tras el anterior diluvio deSabadell-.

No hay mejor activo para el Espanyol que su equipo. Frente a un campo sembrado de minas por un Oviedo apocado y expectante, Lardín y los suyos calentaron a un público que empezó amodorrado y acabó haciendo la ola. El Oviedo intentó empatar por omisión más que por acción. Se limitó a asignar marcajes sin remisión. Y lo que sobró detrás faltó en el resto del entramado que dispuso Ivan Brzic. Y fue goleado. No contó el técnico del Oviedo con el efecto desequilibrante de Lardín. La estrella del Espanyol empezó escorándose por la izquierda, descentró a Emilio, después a Jorge y tampoco Manel consiguió reducirle. Lardín dictó un curso futbolístico y exhibió una capacidad de desmarque, de remate y hasta de recuperación de balones que desesperaron al Oviedo.