Izquierda Unida retrasa la remodelación de su ejecutiva hasta después de la investidura

Los estornudos del PP acatarran a IU. No es que Izquierda Unida tenga problemas de investidura, pero las dificultades que tiene José María Aznar han aconsejado retrasar la remodelación de la Comisión Ejecutiva en la formación que lidera Julio Anguita. Mariano Santiso explicó ayer que "la prudencia aconseja retrasar cualquier cambio en IU", mientras no se clarifique el calendario político.Tal vez porque Anguita intenta adecuar su reestructuración al modelo gubernamental. Es decir, por cada área o ministerio, IU planteará su réplica como si fuera un Gobierno en la sombra. Y la verdad es que Anguita está convencido de que la auténtica oposición sólo la puede hacer IU. El PSOE, según su análisis, será incapaz de hacer una oposición de izquierdas mientras esté liderado por González.

De momento, hay acuerdo en la ejecutiva de IU sobre la necesidad de la remodelación. Algo es algo. La parte más -problemática -la asignación de responsabilidades a cada uno de los miembros- queda en suspenso. Si Santiso abandona las tareas de coordinador de la Presidencia, cargo que entraña el trato con los medios de comunicación, su sucesor será previsiblemente Victor Ríos.

La reforma, impulsada por Anguita, pretende dos objetivos: convertir a la ejecutiva en el máximo órgano de dirección de IU y coordinar la actividad de los parlamentarios con la de los responsables de la organización.

No hay problema cuando en una persona coinciden la condición de parlamentario y miembro de la ejecutiva. Pablo Castellano, que con toda posibilidad se ocupará de temas de Justicia en el Parlamento se encargaría de los mismos temas en la ejecutiva de IU. Y Cristina Almeida, que tiene en la ejecutiva la responsabilidad del área de la Mujer, asumiría esta responsabilidad en el Parlamento.