Un empresario de Toledo, retenido durante 20 horas por sus trabajadores

Cerca de medio centenar de guardias civiles velaron ayer tarde en Illescas (Toledo) por la seguridad del banquete de boda del hijo de Blas Granada, empresario de Villacañas, que antes estuvo retenido 20 horas por los trabajadores de su fábrica. Tras casi hora y media de concentración, los 200 empleados de Puertas Dintel, de Villacañas, abandonaron las inmediaciones del restaurante donde se habían trasladado para continuar su protesta por la falta de pago de los salarios de los últimos meses.Según el portavoz de los trabajadores, José Lominchar, el motivo de su presencia en el lugar de celebración del banquete nupcial era hacer ver al gerente de su empresa y máximo accionista, Blas Granada, que "mientras el comía gambas, 200 familias no tenían claro si mañana podrían corner". Granada había permanecido retenido en su empresa de Villacañas desde la una de la tarde del viernes hasta las 10 de la mañana de ayer, en que fue liberado por antidisturbios de la Guardia Civil.

Lominchar negó que el empresario hubiera estado secuestrado y aseguró que "tuvo que ser la Guardia Civil quien le forzó a salir". El representante de los obreros dijo que Granada pudo durante la noche hablar con el alcalde de Villacañas.