España e Italia, enfrentadas por el reparto de 300.000 millones en la OCM del olivar

España e Italia mantienen posiciones enfrentadas ante la futura aprobación por parte de la Unión Europea de la nueva Organización Común de Mercado (OCM) para el aceite de oliva y el olivar. Frente a las posiciones coincidentes de la Administración y los productores españoles para que la distribución de los más de 300.000 millones de pesetas que supone actualmente la OCM del olivar se haga con base en las producciones reales de cada país, Italia plante que las ayudas se apliquen mediante asignación de Cuotas Nacionales Garantizadas por país.España rechaza las cuotas de producción por países y, sobre todo, que se, consideren a esos efectos unas estadísticas italianas que no han respondido tradicionalmente a la realidad de sus producciones, puestas en duda por la propia Comisión de la U E. Esta campana, por ejemplo, frente a unas producciones oficiales de casi 500.000 toneladas, se baraja una producción real máxima de 350.000 toneladas. Esta propuesta supone aplicar ayudas por hectárea a los olivareros italianos.

Después de los cultivos herbáceos (cereales y oleaginosas), el olivar constituye el sector más importante de la agricultura española a efectos de subvenciones comunitarias. A razón de una ayuda a la producción de 242 pesetas por kilo de aceite producido y con cosechas medias superiores a las 500.000 toneladas, los olivareros reciben anualmente vía subvenciones más de 125.000 millones.

Actualmente, la OCM para el olivar fija una Cantidad Máxima Garantizada para toda la Unión Europea de 1.350.000 toneladas de aceite. España plantea la necesidad de aumentar esa cantidad Máxima Garantizada hasta al menos 1.500.000 toneladas con el fin de atender los previstos aumentos en la producción española. España defiende además que esa cantidad sea global para toda la Unión Europea.

Finalmente y, entre otras medidas, el sector del aceite en España plantea aumentar la ayuda al consumo que percibirían los industriales hasta un mínimo de 50 pesetas por kilo con el fin de apoyar la venta del producto.

En medios olivareros se teme que Bruselas, en lugar de aprovechar- la reforma para clarificar definitivamente el sector, sus producciones y ajustar las estadísticas, opte por una vía intermedia entre las posiciones de España e Italia que no solucionarían los problemas del sector. En esta línea, la Unión Europea se plantea aplicar una parte de la ayuda a la producción real y otro porcentaje similar como ayuda por árbol, alternativa qué rechazan los olivareros españoles.