El interno dice que le pegaron por chivato

El recluso Antonio Moreno fue agredido en la cárcel de Guadalajara por "chivato", según ha declarado a la juez Ana Ferrer. Moreno, que cumple una condena por un robo con intimidación, acudió el 26 de enero al juzgado para prestar una, segunda declaración sobre la muerte de Susana. Mostraba señales de violencia, y la juez le preguntó qué le había pasado. Según fuentes de la investigación, Moreno señaló que había tenido "una movida" en la cárcel a raíz de su primera declaración en el juzgado sobre el caso de Susana. "Me llamaron chivato y me agredieron", afirmó. Sin embargo, a los funcionarios del centro que le preguntaron por las lesiones que presentaba les dijo, para evitar nuevos problemas con sus compañeros de cautiverio, que había intentado cortarse las venas.

Moreno se halla, por petición propia, en una celda de aislamiento de, la prisión de Guadalajara. Asegura haber recibido amenazas dentro de la prisión por parte de compañeros ultras y cartas del exterior, firmadas con seudónimos, remitidas, según él, por personas vinculadas a Bases Autónomas.

Moreno indicó a la juez que no había delatado a sus agresores porque no quería tener más problemas en la prisión, y además porque le pareció bien la agresión, ya que él también detesta a los chivatos. Aunque opina que el caso de Susana Ruiz es distinto.

El director de la cárcel de Guadalajara es otra de las personas que han testificado ante la juez. Y lo ha hecho porque fue él quien comunicó a la magistrada que un interno de su centro le, había dicho que sabía cómo y quiénes mataron a la chica y que quería confesarlo todo.

El director habló del tema con Moreno varias veces, y la versión del preso sobre el supuesto asesinato fue siempre la misma, sin variaciones, por lo que no dudó de sus palabras y decidió avisar a la juez Ferrer. El director también informó de que Moreno, al igual que los demás reclusos, tiene acceso a la prensa.