Irritante

De entre tanta palabrería idiota como se está escribiendo en la prensa sobre el llamado caso del pub Arny de Sevilla, me resultó especialmente irritante el artículo de Javier Rioyo de EL PAÍS del pasado 21 de enero, en el que el autor pretende rendir homenaje al poeta Jaime Gil de Biedma declarando que éste nunca habría frecuentado el pub Arny de Sevilla. Esta afirmación contiene por lo menos una falsedad y una temeridad: la falsedad, que la frecuentación del citado local honre o deshonre a nadie; la temeridad, que Gil de Biedma nunca lo hubiese pisado.Que se sepa, ahí no se violaba a nadie ni nadie estaba secuestrado, y los mozos que "comercian con su cuerpo", como solían decir los diccionarios, sabían perfectamente a qué iban allí. Que además fueran menores de edad es un azar de la legislación que puede cambiar en cualquier momento. El día que los partidos necesiten los votos de los chicos y chicas de 16 o 15 años, aquel día también será lícito acostarse con ellos y ellas, gratis o pagando. Si el señor Rioyo se molesta en averiguarlo, comprobará que, por lo menos en cuestiones sexuales, estos jóvenes ciudadanos han decidido hace tiempo tomarse la mayoría de edad por su cuenta.

Y para terminar, unas pocas preguntas al señor Rioyo: ¿Sabe usted qué edad tiene la Lolita de Nabokov, no la de Kubrik? Y seguro que usted admira sin reservas la novela homónima, tal como es debido. ¿Sabe usted dónde pasaba sus horas más felices el poeta K. Kavafis, que sin duda usted también admira como es debido? ¿Y sabe usted qué locales frecuentaba en Barcelona Jaime Gil de Biedma? Pues yo sí.-