Un obispo austriaco, critica el celibato obligatorio de la iglesia católica

Paul Iby, el obispo austriaco de la provincia de Burgenland, criticó abiertamente la idea del celibato obligatorio, la "estrecha moral sexual" de la Iglesia y aseguró que la rapidez de los cambios exige la convocatoria a un nuevo concilio en los próximos años. Ayer mismo se supo también que cincuenta sacerdotes católicos británicos. se han pasado a la Iglesia Anglicana en los últimos treinta año por su discrepancia con la doctrina oficial en este mismo tema.

En una entrevista publicada ayer en el periódico conservador Die Presse, Paul Iby aseguró que "hay que discutir el tema del celibato" y expresó que él podía imaginarse "perfectamente la existencia de sacerdotes casados unto a sacerdotes célibes". Iby, de 61 años, fue designado por la conferencia episcopal en el otoño . asado como el obispo encargado de la juventud.Las declaraciones del obispo son una expresión más de las imparables presiones de los católicos austriacos para reformar la Iglesia. El proceso se inició el ano pasado cuando se reveló que el cardenal ex arzobispo de Viena, Hans Hermann Groer, abusó sexualmente de varios alumnos hace 20 años. Poco después se realizó una petición popular para reformar la Iglesia, apoyada por más de 100.000 firmas.

Iby advirtió que la moral sexual de la Iglesia "`está dominada por las prohibiciones" y que ha sido un tema "absolutarnente tabú" en el pasado. Refiriéndose a las exigencias de la petición popular de ordenar a mujeres sacerdotes, dijo que le parecía "posible y factible" que las mujeres pudieran ser ordenadas como diáconos, el. último grado en la jerarquía eclesiástica.

En el Reino Unido, mientras tanto, un estudio revelaba ayer que las fugas no sólo se producen de la Iglesia Anglicana a la católica (especialmente a raíz de la ordenación de mujeres sacerdote), informa Efe. Cincuenta sacerdotes católicos se han pasado al otro bando, según la investigación de un ex sacerdote católico en los últimos treinta años. con el deseo de contra el matrimonio y muchos de ellos disconformes con la doctrina oficial que prohíbe los anticonceptivos. Algunos, según el autor del estudio, son homosexuales que esperan encontrar más comprensión en la Iglesia de Inglaterra.