Una tradición vigente
En otro tiempo, y, probablemente todavía hoy en otra ciudad, la función Títeres de cachiporra, buscando a Guiñol se habría representado en una plaza mayor, ése es su escenario natural; en Madrid, tiene que acudir a una sala alternativa. Es en ellas donde tiene cabida ese teatro modesto que casi nunca se acoge en los llamados circuitos comerciales y que actualmente ha cobrado vigor en la Comunidad madrileña.En esta ocasión, un programa de intercambio entre salas alternativas de España nos ha traído a un grupo que mira al pasado, a los tradicionales títeres de cachiporra que durante décadas recorrieron las plazas españolas y que luego casi desaparecieron.
El trabajo de Teatro Arbolé (Zaragoza) Títeres de cachiporra, buscando a Guiñol es un modelo fiel de lo que había sido ese teatro que el grupo zaragozano se empeña, con gran acierto, en recuperar. El público, niños y adultos, ríe con franqueza y unánimemente las bromas de Pelegrín, entra con facilidad en el juego y libera la carcajada con la intervención de la cachiporra, "instrumento catártico", al entender de los componentes de Arbolé. El planteamiento escénico es de una sencillez apabullante, todo el atrezzo, cabe en una maleta que el único titiritero que interviene en la función, Iñaki Juárez, abre a la vista del público para montar el pequeño decorado; mientras lo hace, Juárez cobra la personalidad (pícara, grosera y mentirosa) de su personaje Pelegrín y cuenta a los niños que se hizo titiritero, tras probar suerte como actor, para trabajar menos, sólo debe organizar el tinglado y después, mientras los muñecos trabajan, tumbarse a la bartola. Nada más lejos de la realidad, manipula con verdadero oficio los siete títeres, exhibe verdadero ingenio para sortear las numerosas intervenciones del público.
Títeres de cachiporra, buscando a Guiñol. Ático Teatro (calle de Ciempozuelos, 23), Getafe. Hoy, a las 17.30. Precio: 500 pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Cómo llegaron los líderes europeos al acuerdo para financiar a Ucrania
Así pone en peligro la vida de menores ChatGPT, según un experimento realizado por EL PAÍS
Todo lo que tienes que saber para seguir la jornada electoral de Extremadura
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































