La economía se estanca, pero la Bolsa y el franco resisten

La economía francesa se estanca peligrosamente, El crecimiento será prácticamente nulo en el último trimestre del año, no se crea empleo y las actuales huelgas tienen un efecto devastador sobre el consumo. Pese a la mala coyuntura, el Banco de Francia intentó ayer insuflar un poco de ánimo con la reducción de su tipo de interés básico en un 0,10%, hasta el 4,70%, mientras la Bolsa de París ganaba unas décimas y el franco se mantenía estable gracias a la decidida apuesta de los inversores por la política de austeridad de Alain Juppé.El ministro de Finanzas, Jean Arthuis, anunció ante la Asamblea Nacional que el crecimiento previsto para este año, estimado en un 3,3% en enero pasado, debía rebajarse al 2,5%. Dado que a finales del tercer trimestre ya se había alcanzado el 2,5%, Arthuis admitió implícitamente que, entre octubre y diciembre, el crecimiento equivaldría a cero.

Simultáneamente, la gran patronal CNPF publicó datos alarmantes sobre los efectos de la huelga: el 70% de las pequeñas y medianas empresas habían visto bajar su facturación al menos en un 10% este mes, y se temía una inminente oleada de suspensiones de pagos.

Para el año, próximo, las perspectivas son igualmente malas. Los presupuestos para 1996, aún a debate en el Parlamento, se elaboraron sobre una previsión de crecimiento del 2,8%. Sin embargo, el Ministerio de Finanzas trabaja ahora sobre una hipótesis del 2,2%.

Otras estimaciones, como la del servicio de estudios de la Caja de Depósitos, rebajan el crecimiento para 1996 en un máximo del 1,7%. El plan de reforma de la Seguridad Social,, con su incremento de la presión fiscal, debería enfriar adicionalmente la economía.

Otra institución, la Oficina de Información y Previsiones Económicas, estima que los nuevos impuestos para la Seguridad Social sumarán 60.000 millones de francos (casi 1,5 billones de pesetas) en 1996, de los que 40.000 millones recaerán sobre los contribuyentes particulares.