La faena más difícil de Pepín Liria

Vestido con traje corto campero, de gala, el torero ceheginero Pepín Liria se enfrentó el viernes tarde (a las cinco y media) a lo que él mismo ha reconocido como la faena más difícil de su vida: el matrimonio. La novia, hoy ya señora de Liria, es María José Pardo. El escenario: la catedral de Murcia. Y los invitados oficiales, unos 450, entre los que había multitud de rostros famosos, con otable presencia del mundo taurino (Espartaco, Finito de Córdoba, El Soro, Miguel Báez Litri, Enrique Ponce ... ), aunque tampoco faltó una representación del mundo del fútbol Hierro y Chendo). En los aledaños de la catedral, decenas de curiosos que no quisieron perderse, como espectadores, los detalles del enlace. Pepin y María José se conocieron hace seis años, cuando él trabajaba de camarero en un tablao flamenco murciano y sonaba con vestirse de luces. Ella, una chica de la buena sociedad murciana (su familia era propietaria de la fábrica de ropa vaquera Liwe). Entre los dos, un abismo económico, que Pepín ha burlado esperando su éxito para ir al altar. La luna de miel estaba prevista en Bali, pero el matador tiene compromisos inmediatos, esta semana, en Cartagena de Indias (Colombia). El menú para celebrar el enlace fue: crema de verduras, bogavante, foie de canard y solomillos con crema de trufas, además del correspondiente pastel y champán francés.-