Indignación

Aprovechando la ocasión que EL PAÍS nos brinda, queremos mostrar públicamente nuestro desagrado y nuestra indignación con el papel que representa la enfermera en una de las series emitidas por televisión titulada Médico de familia.

Cualquiera de nosotros, profesionales de enfermería, que tenemos la molesta manía de tomarnos nuestra profesión ligeramente en serio como servicio público a la comunidad o como simple y sana aspiración profesional, nos hemos sentido insultados al comprobar que una vez más la imagen que se da de nosotros es tan patética como la de la enfermera de esta serie.

Si pretendemos enseñarles algo a los demás, desde luego, nunca serán aquellas partes de nuestros cuerpos que normalmente nadie enseña en ninguna de las profesiones sanitarias conocidas. Y tampoco vamos a intentar cuidar ni mejorar la salud de ningún paciente mediante técnicas de erotismo y seducción baratas. Aceptamos, cómo no, el ser tratados con sentido del humor o incluso también aceptamos la crítica, ya que la mayoría de los profesionales de enfermería practicamos ambas cosas para con nosotros mismos como ejercicio de higiene mental, pero pedimos ser tratados en los medios públicos de comunicación; con un mínimo de dignidad. Nada más.-