Huequecito

Soy una de las innumerables jóvenes profesionales en paro que están ansiosas dé encontrar un huequecito en el complicado mundo laboral madrileño. El miércoles día 27 de septiembre aparece un anuncio que solicita fotógrafas, para dedicación de tres horas diarias, en trabajos de laboratorio y, una remuneración de 40.000 pesetas mensuales.Coúsigo una entrevista para esa misma tarde, y en una agencia de modelos de la calle del Comandante Franco me entregan unos contactos a fin de realizar una prueba en, el laboratorio particular de mi domicilio. A la mañana siguiente revelo las fotos, poniendo yo todos los materiales a emplear (papel y líquidos).

Por la tarde llevo las fotos, que, al parecer, gustan en la agencia, y me citan para el día siguiente, viernes, para explicarme las condiciones del trabajo. Al consultar si los materiales a emplear serían por mi cuenta (en cuyo caso no me interesaría el trabajo) o por la de ellos, después de titubear un poco, me confirman que serán por su cuenta.

En la cita del viernes me piden que averigüe los precios de los materiales necesarios y que llame el lunes para informar y que el martes empezaría. Así lo hago, y llamo el lunes. Me cuesta un trabajo ímprobo conseguir que me atiendan: llama dentro de un rato, te paso con otra persona, puedes llamar esta tarde, esto no lo llevo. yo, etcétera. Por fin me ponen con una señorita que me informa que ya han cogido a otras dos chicas.

Mi indignación es enorme. Si tenemos en cuenta que la legislación española prevé que un contrato verbal resulta vinculante, los hechos descritos son denunciables.-

Madrid.