Mejor en Disney que en la Luna

Están fascinados por el espacio. Pero, a decir verdad, están mucho más fascinados por Disneyland. Al menos, eso se deduce de sus respuestas y del brillo de sus ojos cuando, quitándose la palabra de la boca, cuentan y no acaban de sus idas y venidas por este parque temático, a las afueras de París. Sin embargo, es la aventura espacial la que llevó ayer hasta París a 35 chicos y chicas de séptimo de EGB, del colegio público San José Obrero, de Pozuelo de Alarcón. Eso, y su propio esfuerzo, ya que trabajaron bien duro para preparar un proyecto creativo sobre Julio Verne, que resultó ganador de un concurso al que se presentaron 1.200 colegios de toda España. Un jurado compuesto por profesores relacionados con la revista Magisterio Español hizo posible su sueño: participar en el Festival del Espacio organizado por Disneyland París dentro de su ámbito temático Space Mountain.

"No pensábamos que íbamos a ganar", dicen a coro, mientras aguardan el momento más emocionante de su visita: la conexión en directo con la estación espacial- MIR, desde la que dos astronautas rusos y uno alemán van a responder a sus preguntas. Un total de 500 niños de toda Europa disfrutan del mismo privilegio.

Impresiona ver a los astronautas en su habitáculo, casi sorprendiéndoles en la intimidad del cuarto de estar. Los niños para variar, tienen una lista interminable de interrogantes. Su interlocutor es el alemán Thomas Reiter, la incorporación europea al proyecto espacial soviético. A Manuel, el representante español, le interesa saber qué sensación experimentó cuando se vio por primera vez en el espacio. "Desde pequeño soñaba con ser astronauta. Y cuando me vi dentro, de . una cápsula, propulsado a enorme velocidad, sentí que mi sueño se hacía realidad"., dice Reiter.

A un niño alemán le preocupa por qué se gastan tan enormes sumas de dinero en la investigación espacial. Otro italiano siente curiosidad por saber qué es lo más bonito de todo cuanto se ve allá arriba. Uno británico querría conocer qué es lo peor que les ha pasado,

A los niños del San José Obrero parece que se les ha pegado algo del ambiente cósmico, y de repente Lucas sorprende diciendo que "el universo es nada; y la vida sin nada, es nada". Esther, mucho más realista, responde: "Yo creo que el universo tiene mucho que estudiar". Diego remata: "Así es la vida, tan dura como ella misma".

Al final, alguien pregunta: ¿Qué tal se están portando los chicos?. Y una voz casi oculta responde lentamente: "Bueno, son un poco latosos; pero, al fin y al cabo, molan ". .