Tres minirresidencias de la Iglesia
En los dos albergues pertenecientes a órdenes religiosas, el de San Juan de Dios (230 plazas) y el de San Martín de Porres (72 plazas), no hay personas que lleven más de cuatro años residiendo en la institución.Estos centros están concebidos como refugios temporales para transeúntes, con estancias medias, salvo excepciones, de una semana a quince días frente a los tres meses de media de San Isidro. Cuando se da alguna situación crónica, la remiten a la residencia de Santa María de la Paz (110 plazas), también de la Iglesia.
El centro de Santa María de la Paz, así Como las dos residencias de Jesús Caminante (100 plazas entre el recinto de Madrid y el de Colmenar Viejo) están dedicadas a los casos más desesperados: aquellos indigentes más solos, con graves problemas físicos y síquicos que les incapacitan para trabajar y prematuramente envejecidos. En ellos no sobran las camas.
Los responsables de todas estas entidades religiosas coinciden con los del centro de acogida municipal de San Isidro en la necesidad de crear nuevos recursos (residencias, pisos sociales y tutelados) para estas personas cuyo desarraigo no es temporal.
Un estudio elaborado en 1991 para la Consejería de Integración Social antes de implantar el Ingreso Madrileño de Integración refleja que en la región de París hay 10 plazas de albergue por cada 5.000 habitantes, cuando en la Comunidad de Madrid esa relación es de menos de una plaza por cada 5.000 habitantes.
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