"Madrid debe atesorar su cultura alimentaria"

Tomás Horche, madrileño nacido en el barrio de Salamanca hace 40 años, es desde hace cinco director general de Mercamadrid, la Unidad Alimentaria que abastece la capital de España. Ingeniero agrónomo como su abuelo materno, es además especialista en economía agroalimentaria como, a su manera, lo fue su otro abuelo, tocayo suyo y detallista con comercio en la calle de Olózaga. Gestor administrativo en excedencia, Tomás Horche permanece vinculado al Ayuntamiento madrileño desde 1978; desempeñó cargos de responsabilidad en la empresa nacional Mercasa en Murcia, Santander, Ceuta, Andalucía y Canarias, entre otros destinos, que no le impidieron especializarse en mercados minoristas, ingeniería de mataderos y en reconversión de centros comerciales, hasta llegar a su actual puesto en Madrid. Horche se muestra especialmente interesado por los aspectos culturales de la alimentación y por un sinfín de asuntos que abarcan desde el tai chin -esa gimnasia china que sirve para relajarse mediante la entrada en relación con uno mismo- hasta las novedades de la mercadotecnia. De complexión fornida y talla media, su aspecto correspondería al de un luchador especializado en encajar.Pregunta: ¿De quién encaja más golpes?

Respuesta: No se trata de eso. Mi trabajo consiste en armonizar muchas fuerzas contrapuestas.

P. ¿Cuáles?

R. Hay que satisfacer los intereses de los consumidores y de los proveedores en Madrid de forma positiva para todos.

P. ¿Lo consigue?

R. Para lograrlo es imprescindible poseer -como yo intento- una concepción global de la agroalimentación, toda la cadena que comprende desde el agricultor o el pescador hasta el consumidor.

P.¿Qué es Mercamadrid?

R. Es un espacio en metros cuadrados que se convierte en punto de encuentro del pequeño y del gran comercio madrileños para que ambos desplieguen su actividad a pleno rendimiento. No estamos contra los grandes distribuidores. Aquí hay sitio para todos.

P. ¿Insinúa que todos los gatos son pardos en los abastos de Madrid?

R. Sencillamente, no queremos dar ventajas a unos sobre los otros. Alquilamos suelo y aseguramos la gestión conjunta de un polígono alimentario.

P. En el último año en Madrid ha caído muy acentuadamente el consumo de alimentos. ¿Por qué?

R. Influyen muchos factores, desde el ahorro en algunas economías familiares, hasta la irrupción creciente de lácteos en sustitución de la fruta de los postres, sin olvidar la pérdida de la cultura alimentaria autóctona de Madrid. Los madrileños deben atesorar su cultura alimentaria.

P. ¿Cuál es su meta?

R. Ampliar 300 kilómetros la esfera de influencia de Mercamadrid y brindar desde aquí la infraestructura comercial pública del sector cárnico.