Tres diestros esforzados

¿Quién le iba a decir a la terna de este festejo que la corrida se iba a caer? Todo quedó en fachada. y puntas, que no es poco, pero los diestro tuvieron que hacer un esfuerzo especial para sacar agua de esos pozos casi secos.Esta corrida ponía fin a la temporada barcelonesa, justo una semana antes de la festividad de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Mercé. Ese día los aficionados barceloneses tendrán que exiliarse a Tarragona, en donde torean Curro Romero, Aparicio y Finito.

El primero de ayer, tardo pero con un buen pitón derecho, fue exprimido por El Tato en una faena enjundiosa y de valor que le habría valido un trofeo si no se le hubiese ido la mano a la hora de la estocada. El cuarto, inválido, fue devuelto. El sobrero fue probón y medía al torero. A pesar de ello, El Tato le dio fiesta en un muleteo valeroso.

Javier Vázquez consintió mucho al primero y extrajo algún natural, extraordinario, pero el toro se acostó y tuvo que ser apuntillado. El quinto era flojo y manejable, y el madrileño lo entendió muy bien: le dio aire y muleteó con mucho sabor y autenticidad. Distancia, temple y mucha torería. Además, tuvo el detalle de homenajear en su tierra al maestro catalán Joaquín Bernadó, con la ejecución de sus características bernadinas. Dio un gran pinchazo y una gran estocada y obtuvo la oreja.

Juan José Padilla sorprendió gratamente con capote, banderillas, muleta y espada. Decidido y centrado, la faena al, tercero le hizo merecedor de un trofeo. El Sexto era un tío, Pero acabó parado y flojísimo. Padilla inició la faena con valor, pero pronto tuvo que desistir.