¿Represalias sobre Mostar?

Entre las numerosas virtudes que el ministro de Exteriores de Croacia, Mate Granic, atribuye a la ofensiva militar sobre Krajina figura el haber fortalecido la federación croato-bosnia, al poner de manifiesto la colaboración entre los Ejércitos de Zagreb y Sarajevo. Pero ahora los serbios de Bosnia se consideran directamente amenazados por el arrollador éxito croata en esa región, que, por lo pronto, les impedirá tomar el enclave de Bihac.Para levantar la moral de su población, a la que se están sumando numerosos refugiados serbios, y demostrar su fuerza pueden tener la tentación de asestar algún golpe simbólico. Por ello, mediadores en el conflicto de la antigua Yugoslavia y diplomáticos españoles temen que los hombres de Radovan Karadzic opten por bombardear el emblema de la federación, es decir, Mostar, la capital de Herzegovina, mitad croata, mitad musulmana, en la que ya cayeron la semana pasada algunos obuses disparados desde los montes que la dominan. La ciudad está administrada por la Unión Europea y, a ambos lados del río Neretva, que la cruza, están desplegados los 1.450 hombres del contingente español, así como en sus alrededores, Medjugorje y Dracevo.