Reguero de muerte de un ex presidiario

Darnell Collins, de 33 años, convicto por asalto a mano armada en libertad provisional, inició en la madrugada del sabado su mortífero viaje en Atlantic City (Nueva Jersey). Se dirigió a casa de su ex novia, April Gates, de 30i años, que un mes ántes había solicitado una orden judicial para que Collins dejase de acosarla. April no estaba en casa, pero su madre abrió la puerta y firmó así su sentencia de muerte: recibió dos tiros en la cabeza. Desde ahí, y conduciendo la camioneta que robó a la mujer, se fue a casa de una amiga de April. Encontró a su antigua novia y, sin mediar palabra, la mató de un tiro en la cabeza y dos en el estómago.Collins volvió a cambiar de vehículo, y al volante del coche de April llegó hasta un motel en la carretera. Irrumpió en el cuarto de William Dawson,. un camello al que conocía -la personalidad de Dawson se volvía "diabólica" cuando se drogaba, según la policía, y parece que las últimas tropelías de su vida las hizo bajo los efectos de las drogas- y, tras asesinarle y dejar gravemente herida a su novia, huyó camino de Nueva York, ahora en el coche de Dawson. El domingo, Collins paró en una gasolinera en la autopista. En esta ocasión el dependiente de la tienda aneja tuvo mejor suerte que las otras personas que se cruzaron en el camino del ex presidiario, ya que Collins sólo le golpeó antes de huir con 100.000 pesetas.

El asesino decidió tomarse un día libre y esperó hasta el martes para volver a actuar, esta vez ya en Nueva York. La policía había sido advertida, pero las visitas a casa de su madre y sus hermanos en el barrio de Harlem resultaron infructuosas. A las dos de la tarde, Collins intentó robar a Ernesto Scarpetta, encargado de un aparcamiento en la avenida de las Américas. Scarpetta se resistió y Collins le mató a tiros. Entonces se dirigió a un edificio cercano y continuo con su matanza: asesinó a dos hombres que se encontraban en el ascensor. Consiguió escapar para reaparecer . esa noche en Harlem, donde hirió gravemente a una mujer con la que había estado fumando crack. Y, menos de una hora después, Collins atracó a un cura llevándose su y su coche.

El miércoles, el último día de su vida, Collins volvió a matar. 'Un taxista le pidió un dólar más de lo que él consideró justo por la carrera y el pago fue un tiro en la cabeza. Entonces, y casi por casualidad, la policía consiguió localizarle. Los agentes dieron con él cuando acudieron a. responder la llamada de una mujer que denunció un incidente cerca de donde Collins había, aparcado su Vehículo. A partir de, ese momento se desarrolló una espectacular persecución de media hora, primero en coche y luego a pie, por diversos barrios de Nueva York. Collins disparaba contra sus perseguidores conduciendo a toda velocidad hasta que chocó y tuvo que abandonar su vehículo y empezar a correr. Había sido cercado y los vecinos de Nutley pudieron ver como el ex convicto, "en posición de combate", disparaba desesperadamente a la policía. El tiroteo se saldé con la muerte de Collíns, que recibió 14 disparos bajo un puente dónde se había atrincherado.