Una tenencia de alcaldía para dos vicealcaldesas

El reparto de poder municipal ha dejado a la primera teniente de alcalde, Esperanza Aguirre, sin buena parte de las competencias que hasta ahora poseía el que detentaba ese cargo, Luis María Huete. Las responsabilidades de la primera tenencia de alcaldía se dividen ahora entre dos mujeres: Esperanza Aguirre y Mercedes de la Merced, quienes serán vicealcaldesas primera y cuarta, respectivamente.

El departamento de relaciones institucionales, la coordinación entre distritos y la participación ciudadana pasan a la cuarta teniente de alcalde, Mercedes de la Merced, quien lleva en su rama el título de relaciones institucionales y servicios comunitarios. De la Merced se queda con la parte más política de la cúpula municipal y hereda incluso las responsabilidades protocolarias que hasta el momento controlaba la alcaldía.

Aguirre se queda con el servicio de prensa, el servicio de información telefónica 010, el Centro Municipal de Informática y el centro de estudios madrileños Mesonero Romanos, pero los informes preceptivos previos a la promulgación de una nueva ordenanza correrán a cargo de De la Merced, así como la tramitación de las ayudas de la Unión Europea y el reparto de subvenciones a organizaciones ciudadanas.

Aguirre se convierte así en la ganadora nominal de la guerra por la sucesión de Huete, pero en la práctica se queda con muy pocas competencias directas si se abstrae la teórica labor de coordinación de las áreas de hacienda, régimen interior y personal y cultura, educación, juventud y deportes. Eso sí, actuará como portavoz del grupo municipal del PP. Sus contrincantes en la junta de portavoces, Paco Herrera y Juan Barranco, auguran que será menos flexible que su predecesor Huete, que se ha inclinado por hacer concesiones a la oposición para mantener una suerte de pax popular.