García Vargas presenta su dimisión y González le pide que siga "por ahora"

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, está preparando las maletas. Por dos veces desde que estalló el escándalo de las escuchas del Cesid ha presentado su dimisión al presidente del Gobierno, Felipe González, quien le ha pedido que permanezca por ahora en su puesto para evitar reacciones precipitadas ante lo que entiende como un creciente acoso al Ejecutivo. No obstante, la remodelación gubernamental, exigida por la cúpula del PSOE, parece estar servida. La crisis podría afectar también al vicepresidente, Narcís Serra, y se resolverá, según algunas fuentes, antes de que el 1 de julio España asuma la presidencia de la Unión Europea.

García Vargas presentó por primera vez su dimisión el martes, el a en que se supo que el propio y Juan Carlos había sido víctima del espionaje telefónico realizado por el servicio secreto militar.El ministro volvió a hacerlo jueves, horas antes de comparecer, junto a Serra, ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso. En ambas ocasiones González le recomendó paciencia, alegando que no quiere verse metido a la voluntad de unos conspiradores que tratan de chantajear al Estado.El Gobierno anunció ayer que Serra comparecerá el próximo miércoles ante el Pleno del Congreso para explicar los pormenores del espionaje telefónico realizado desde el Cesid a destacadas personalidades españolas.

El presidente del PP, José María Aznar, se propuso ayer a las fuerzas parlamentarias para presidir, tras una moción de censura, un Gobierno que convocaría elecciones. Aznar ha suspendido el viaje a Estados Unidos que iba a iniciar el domingo: "Ha pesado el sentido de responsabilidad", explicó uno de sus colaboradores, ante la irresponsabilidad de González de negarse a explicar qué pasa con los servicios secretos".