El Tenerife se salvó por los pelos

El Tenerife logró salvar la categoría de forma matemática con el punto obtenido en su estadio aunque para ello tuvo que sufrir hasta el pitido Final. Los hombres de Cantatore, muy nerviosos e imprecisos durante todo el encuentro, ofrecieron una pobre impresión ante un Espanyol que mantuvo un buen nivel en todo momento y tuvo contra las cuerdas a su rival en la recta final del partido. Con este empate, el equipo canario elude definitivamente la promoción y complica la clasificación de los hombres de Camacho para la Copa de la UEFA.

Todo hacía presagiar una tarde dramática para la afición tinerfeña, sobre todo cuando su equipo demostraba un gran nerviosismo en los primeros compases del encuentro. El Espanyol, bien colocado en defensa, presionaba a los jugadores creativos de su rival y evitaba que el conjunto canario elaborara su típico juego en corto.

El Tenerife continuaba impreciso, en ocasiones alocado, por lo que el pesimismo se adueñó de las gradas, sobre todo cuando en el minuto 37 un saque de banda lanzado por el Espanyol es desviado hacia atrás con la cabeza por Roberto y rematado desde el área chica por Francisco, sin que nada pudiera hacer Ojeda por detener el balón.

Desde ese momento, los nervios fueron en aumento y las protestas del público se hicieron notar con insistencia. Sin embargo, todos los silbidos se convirtieron en aplausos cuando a los cinco minutos de la reanudación Chano envió un balón desde la derecha al segundo poste, donde Ezequiel Castillo remató de cabeza al palo contrario eludiendo la intervención de Toni. Era el empate y la salvación matemática del equipo insular, aunque quedaban 40 largos y nerviosos minutos.