Poderes

En general los jueces no me gustan gran cosa. Son personas que a mí modo han vivido muy poco, atocinadas por sus estudios y sus opociones. Sospecho que entre ellos hay gentes de estrecho orden que, sin embargo, tienen la responsabilidad de juzgar, entender y castigar el desorden humano, un abismo al que jamás se han asomado. Tanto poder y tanta ignorancia juntas amedrentan un poco. Y además son muy corporativos: como critiques a La juez (salvo que sea Garzón), te has cargado.Tampoco los periodistas me e loquecen. Conozco bien los pecad( de este oficio: sé de las manipulaci nes, de los sesgos informativos, d griterío sensacionalista y del ese rrioteo de noticias. Sé que hay peri distas ignorantes que alardean ¡ sabios, y periodistas corruptos qY fingen una escandalizada honest dad. Y cuanto más villanos, m impunes: porque si te metes con L santón de prensa te molerán los lt mos con artículos.

Pero escucho a los socialistas h blando pestes de los medios de e municación y de los magistrado como si fueran los culpables cuanto ahora ocurre, y me muero risa (o más- bien me moriría de ri si no estuviera tan ocupada sol¡( zando). Jueces y periodistas fienc poder, sin duda. Pero déjenme an dir: afortunadamente. La esencia la democracia consiste precisame te en eso, en dividir al máximo poder, que siempre tiende a ser ete no y absoluto. Cuanto más se repa ta, mejor nos defenderemos del ab so: si el poder político desbarr puede haber otros poderes que

controlen. Por eso están saliend ahora a la luz (y a la ley) todas 1 porquerías; resulta duro, pero ( realidad es un inmenso logro dem crático. Reconozcámoslo: hoy s guiríamos condecorando ladrones asesinos si no fuera por los jueces los periodistas.