LA DESESPERADA MARCHA DE LOS CASTRO

Luis Castro, de 39 años; su esposa, Alicia Borda, y las dos hijas de ambos, Elena y Hanny, de dos y cuatro años, partieron hace 14 días de Gijón, a pie, con la firme esperanza de pedir un trabajo en Madrid al presidente del Gobierno, Felipe González, o al menos de ser escuchados en La Moncloa. Ayer, miércoles, la familia Castro se encontraba en León tras recorrer 150 kilómetros de los más de 400 que les separan de Madrid. El tramo más duro para todos hasta ahora ha sido el puerto de Pajares, y los principales inconvenientes, el frío y el cansancio. Al caer la tarde, la familia Castro monta la tienda de campaña y se prepara para el descanso. Numerosos vecinos de León mostraban ayer su solidaridad y comprensión con la peculiar iniciativa. Hubo quien se ofreció a lavarles la ropa sucia. Un conocido restaurante les invitó a cenar y algunos conductores aportaron su granito de arena. Castro dice encontrarse en esta lamentable situación gracias a las medidas de fomento del empleo puestas en vigor por el Gobierno y que suprime las ayudas e incentivos a los empresarios que contraten trabajadores en una franja de edad de entre los 25 y los 45 años. En su búsqueda de un puesto de trabajo, en varias entrevistas concertadas, Luis Castro fue rechazado sólo por su edad. Hace dos meses que no puede afrontar el pago del alquiler de su vivienda. "Ni la luz, ni el agua, ni nada", dice Castro, que luego añade: "Atrás nada dejo, sólo las deudas".- ,