Octubre toma fuerza como cita para las elecciones en Italia

Octubre parece tomar cuerpo como fecha más probable para las elecciones generales en Italia, después de que hayan manifestado su acuerdo al respecto los secretarios del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), Massimo d'Alema, y de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini. En los últimos días se había ido perfilando la imposibilidad de acudir a las urnas en junio, como querían Silvio Berlusconi y sus aliados de la derecha, para evitar así la celebración del referéndum sobre la televisión.D'Alema y Fini expresaron su acuerdo en un programa televisivo en directo el jueves por la noche, pese a que entre ambos hay sensibles contrastes sobre qué reformas deben llevarse a cabo antes de votar. El secretario de AN y socio político de Berlusconi apunta a este respecto la reforma electoral, con la elección directa del presidente del Gobierno y las normas antimonopolio de forma "no punitiva para la Fininvest". Esta última pretensión supone, en cierta manera, rizar el rizo, visto que el único propietario privado de tres cadenas televisivas, más otros varios medios de comunicación, es precisamente Berlusconi. Pero aquí se insertaría la propuesta barajada días atrás y contenida en el referéndum sobre la televisión de vetar la posesión de dos cadenas en las mismas manos, con lo que quedaría una para Fininvest y una para la RAI estatal.

En cuanto a D'Alema, dice sí al voto en otoño, llegando a él con una reforma electoral sin tocar la Constitución, es decir, sin establecer la elección directa del primer ministro, pero indicándolo de alguna manera no especificada.

Normas antimonopolio

En cualquier caso, al encontrarse actualmente el Gobierno en el cuarto y último punto de su programa -la reforma de las pensiones- y haber insistido Lamberto Dini en que, terminado éste, consideraría ultimada su misión, surge la pregunta de qué será del Ejecutivo si no se va a las urnas hasta octubre y en qué mayoría se apoyará si debe continuar en sus funciones y sacar adelante los Presupuestos del próximo año o las normas antimonopolio, temas que requieren un amplio apoyo y el empeño de un Gobierno con más contenido político que técnico.

La situación del Ejecutivo, dirigido por el ex ministro del Tesoro, del Gobierno de centro-derecha y sostenido por el centroizquierda, de prolongarse, podría llegar a obstaculizar el desarrollo y la preparación de este segundo bloque y de su candidato, Romano Prodi. Desde ambos lados del arco político empieza a apuntarse la posibilidad de un Gobierno institucional.

Por otra parte, la situación de enfrentamiento entre la izquierda y la derecha del Partido Popular continuó poniéndose de manifiesto tras la sentencia que el jueves confirmó como secretario a Rocco Buttiglione, aunque puntualizando que sin legitimidad política, y anulando la expulsión de los 114 consejeros nacionales que habían elegido nuevo secretario a Gerardo Bianco.