Mal de altura

Wall Street tuvo algunos problemas en la apertura para mantener el nivel alcanzado en la jornada anterior, lo que provocó una reacción curiosa en las bolsas europeas, que se vieron afectadas por el mal de altura ajeno y fueron objeto de una serie de realizaciones de beneficios que apenas se habían conseguido. El caso español estaba penalizado por la situación de la peseta, todo el día por encima de las 88 unidades frente al marco y con un precio oficial de cierre de 87,98 pesetas. Sin una situación clara en la Bolsa y con el tipo de cambio en contra, la evolución de las cotización es sólo tenía una dirección posible, y el volumen negociado confirmó que ese era el camino correcto.Los inversores movieron en esta jornada 16.700 millones de pesetas efectivas, cifra que vuelve al nivel de principios de semana, tras la absorción de papel de las dos sesiones anteriores. La concentración del negocio se mantiene sin variaciones, con dos tercios del total acumulados en sólo diez valores.

Las bolsas europeas también se dejaron llevar por el recorte inicial de Wall Street, con la excepción de Francfort, que ganó un 0,02%. París cayó un 1,16% y Londres perdía el 0,38%. El índice general de Madrid perdió un 0,64%, 1,07% en la semana, y el Ibex 35 cedió el 0,69%. Nueva York logró mantenerse al cierre por encima de los 4.000 puntos hasta llegar a los 4.011,74, un nuevo máximo histórico.