Repudio

La Asamblea de Cooperación por la Paz, convencida de que los derechos humanos no pueden ser considerados un asunto interno de cada Estado, expresa su indignación y repudio, ante la sangrienta invasión de la República de Chechenia. Manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo checheno y con las fuerzas democráticas que en Rusia se oponen a la guerra y a una involución autoritaria en su propio país.Pensamos que nuestros deberes y derechos como ciudadanas y ciudadanos de un Estado democrático no se limitan a manifestar este firme rechazo a la acción militar decidida por Borís Yeltsin, sino que también debemos y podemos dirigirnos a nuestro propio Gobierno y a las instituciones internacionales, a las que pertenece nuestro país, especialmente la ONU y la Unión Europea, para reclamar una enérgica presión que ponga fin a esta criminal guerra. Invitamos a todas las ciudadanas y a todos los ciudadanos, así como a los diversos colectivos sociales, a elevar similar petición ante el Ministerio de Asuntos Exteriores de nuestro país y ante las fuerzas políticas presentes en el Parlamento Europeo.

La pasividad ante la violencia no contribuye a la pacificación. Si la comunidad internacional no hubiese permitido la agresión contra la República de Bosnia-Herzegovina y si no siguiese alentando a los ejecutores de la limpieza étnica, como de hecho hacen quienes apoyan los planes del llamado "grupo de contacto" para la partición étnica de Bosnia, Borís Yeltsin no se habría atrevido a seguir en Chechenia la vía abierta en Bosnia por su protegido y aliado Milosevic.

No se trata sólo de solidaridad con las poblaciones agredidas. La consolidación en Belgrado y en Moscú de dos poderes autoritarios, ultranacionalistas, militaristas y expansionistas, uno de ellos en posesión del segundo arsenal atómico del mundo, representa una grave amenaza para la democracia, la libertad, y la paz no solamente en los países del antiguo bloque soviético, sino también en toda Europa.-