La carencia de medios del fútbol albanés

R. Á. El enfrentamiento entre un equipo profesional, sobrado de medios, y otro no sólo aficionado, sino que roza la probreza, no siempre conduce a un marcador concluyente. Albania es un. buen ejemplo. Nunca ha destacado, pero a veces ha sorprendido a más de uno.

El modesto -por resultados y por medios económicos- Flamurtari de Vlora, por ejemplo, fue eliminado por el Barcelona sólo por el valor doble de los goles en campo contrario en la Copa de la UEFA de 1986, y un año después fue capaz de ganar a los azulgrana por 1 -0 en Vlora tras perder por 4-1 en el Camp Nou. Algunos jugadores del Barcelona regalaron entonces material deportivo a los albaneses.

Su carencia de medios es tal que en la fase de clasificación para el último Mundial la federación de Irlanda del Norte invitó a su expedición a una comida. Los albaneses pidieron entrecot con patatas. "¿Y de postre?", preguntó el camarero. "Lo mismo", contestaron. Poco antes de su partido contra España (1-5) en septiembre de 1993, los jugadores albaneses ni siquiera sabían si tendrían camisetas, tras haber intercambiado las que utilizaron en su anterior partido contra los daneses. Una de las máximas goleadas en la fase clasificatoria para el Mundial fue el 10-0 de Noruega frenta a San Marino. Pero en una fase final, el récord pertenece a Hungría, que derrotó por 10-1 a El Salvador en 1982.