La victoria republicana relanza el tabaco en EEUU

La victoria electoral de los republicanos en EE UU podría convertir en humo los avances más significativos de la campaña antitabaco en. el Congreso norteamericano. Las empresas y los grupos de presión ligados a la industria tabaquera consiguen un éxito espectacular con la sustitución, en enero, del congresista que más daño les hacía, Henry Waxman. El nuevo impuesto sobre los cigarrillos, con el que la Casa Blanca planeaba costear en parte la reforma sanitaria, también se esfuma.Waxman, demócrata por California, consiguió revalidar su escaño en la Cámara con el 68% de los votos, pero la pérdida de la mayo ría le desaloja automáticamente de su puesto de presidente del subcomite de Salud y Medio Ambiente, desde donde ha actuado como azote de la industria impulsando investigaciones sobre posibles fraudes de las compañías tabaqueras y tratando de que el tabaco se regule como si fuera una droga.

Uno de los posibles sustitutos de Waxman es Thomas Bliley, republicano por Virginia: además de pertenecer al distrito electoral en el que la principal empresa es la multinacional del cigarrillo Philip Morris, Bliley recibe regularmente dinero del lobby del tabaco para sus campañas electorales. Para completar el panorama, Bliley es un gran fumador de pipa. 24 horas después de las elecciones, dijo: "Creo que no tenemos ninguna necesidad de que haya más legislación sobre el tabaco".

En las audiencias que el subcomité mantuvo en abril de este año, con la comparecencia de los siete ejecutivos de las mayores tabaqueras, Bliley proclamó: "Estoy orgulloso de representar a miles de honrados trabajadores que se ganan la vida con este producto legal, y maldita sea si permitiré que sean sacrificados en el altar de la correción política".

El subcomité dirigía y dirige- una investigación que trata de demostrar que las tabaqueras conocen desde hace más de 30 años la capacidad de adicción de la nicotina y manipulan el producto para que los fumadores tengan más dificultades para dejarlo.