Romario-Stoichkov
Ataque. El Barcelona no inquietó mucho a la defensa atlética y mantuvo a Stoichkov y Romario como únicos delanteros. El búlgaro, siempre cerca de la banda derecha. Buscó en todo momento la espalda de la defensa contraria con diagonales y desmarques en perpendicular. El brasileño, por el contrario, se colocó en el centro y participó poco del juego de conjunto, pero cuando apareció lo hizo de forma espectacular y letal. La delantera del conjunto madrileño tuvo un nombre, Kiko. Trabajó, luchó e hizo que la defensa catalana no supiera cómo pararlo. Fabricó ocasiones para sus compañeros y se movió con inteligencia, provocando descontrol en la defensa enemiga. Su único lunar fue no poder culminar con gol alguna de las ocasiones que tuvo.Defensa. Busquets provocó en su defensa un desconcierto y una inseguridad alarmantes. Regaló balones a la delantera contraria con mucha facilidad. Abelardo debió multiplicarse para realizar su tarea y para encubrir la falta de participación de Koeman. La defensa madrileña estuvo en todo momento muy retrasada. Dio mucho espacio. En el primer tiempo se encontraron con dos goles por no ajustar en los marcajes.
Momentos. El árbitro no hizo justicia con el Atlético de Madrid, pues no quiso hacer caso al reglamento. Debió expulsar a Abelardo y debió sancionar con falta la entrada de Stoichkov a Toni en el primer gol. En el fútbol los momentos hacen que el juego tome un camino u otro.>
Stoichkov-Romario. Son extranjeros de cualidades distintas, de temperamentos opuestos, pero con la misma idea en su cerebro: no fallar cuando se les presente una oportunidad. Lo verdaderamente espectacular, más que los goles que consiguen, es verles controlar en un metro cuadrado, buscar la salida del regate que más les conviene y, sobre todo, golpear el balón en todas las situaciones, sin necesidad de moverse o sin tener que asegurar el tiro. Marcaron la diferencia.
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