La ONU amenaza con un ataque aéreo a las tropas musulmanas bosnias

Las tropas de los musulmanes bosnios, que en los últimos días han ganado terreno a sus rivales serbios, recibieron ayer la primera advertencia de Naciones Unidas de que pueden sufrir un ataque aéreo de la OTAN si siguen violando la zona de exclusión de armas pesadas en torno a Sarajevo. La amenaza de las Fuerzas de Protección de la ONU (Unprofor), que se dirige también al Ejército de Radovan Karadzic, se debe a los duros combates que serbios y musulmanes libran en la región de Visoko y Breza, en las inmediaciones de la capital bosnia, donde los observadores internacionales han contabilizado más de 400 explosiones de artillería en las últimas 48 horas. La ONU también ha propuesto la creación de una fuerza de interposición de cascos azules entró los combatientes. Un helicóptero de la ONU fue alcanzado ayer por disparos de armas ligeras tras despegar del aeropuerto de Sarajevo en una zona controlada por los serbios. El ataque no produjo víctimas y aparato pudo proseguir su vuelo.

El comandante de Unprofor, el general Michael Rose, ha enviado sendas cartas al jefe de las fuerzas serbias en Sarajevo, Dragomir Milosevic, y al miembro de la presidencia bosnia Ejup Ganic en las que les advierte que pondrá en marcha "todos los medios necesarios" Para detener. los combates que se registran al noroeste de asediada capital bosnia, dentro de los 20 kilómetros de la zona de exclusión.

El representante de la ONU en la antigua Yugoslavia, Yasushi Akashi, instó ayer a las fuerzas beligerantes a suspender "cualquier operación militar" y a "continuar el proceso de paz". Akashi consideró "muy insatisfactorio" el cumplimiento del acuerdo de alto el fuego suscrito en junio entre el Gobierno de Sarajevo y los dirigentes serbios de Bosnia, y alertó ante "el deterioro de la seguridad en Sarajevo".

Los combates han alcanzado ya Ilijas, controlada por los serbios y situada a unos 15 kilómetros de la capital bosnia.

Rebelión en Bihac

Por otro lado, el líder separatista musulmán Fikret Abdic, cuyas tropas han sido derrotadas por las fuerzas leales a Sarajevo, anunció ayer que permanecerá al lado de su pueblo y proseguirá la lucha para conseguir la autonomía del enclave de Bihac, al noroeste de Bosnia. Abdic rechazó también la amnistía que las autoridades de Sarajevo ofrecieron el martes a los rebeldes de Bihac.

Unos 9.500 refugiados abandonaron el martes Velika Kladusa, el último reducto de Abdic, y huyeron hacia la vecina Croacia, a una zona controlada por las Naciones Unidas. Unos 4.000 desplazados se encuentran en la aldea de Sturlic, también en el enclave de Bihac, según confirmó ayer el Alto. Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), mientras que unos 600 soldados rebeldes han buscado refugio en la región croata de Krajina, en manos de los serbios.