Plácido Domingo triunfa en Verona con su gran noche de gala

Dieciseismil espectadores y la retransmisión en directo a 24 países acompañaron el martes por la noche la gran gala de Plácido Domingo en Verona, con la que el cantante celebró sus bodas de plata con la lírica. El primer acto de Otelo, el tercero de La Bohéme y el tercero también de Ai4 pusieron broche a cinco días 4 maratón musical, en los que Domingo se presentó además en Italia como director de una Aida, el pasado sábado, que le valió 10 minutos de aplausos. La prensa italiana, que ha estado dedicándole epítetos tan calurosos como la temperatura que aquí se padece -dirigió a 35 grados- sube el tono y le llama ya héroe de la lírica mundial.Nada deslució la gran gala de la Arena de Verona, el homenaje al tenor español ideado por Mario Dradi. Ni las amenazas de hacer saltar la retransmisión por parte de un sindicato, autónomo que pedía una retribución extraordinaria e inmediata por el hecho de que el concierto fuera a pasar por Mundovisión. Los representantes de la orquesta aceptaron aplazar sus solicitudes y firmaron una carta con la dirección de la Arena en la que decían no abdicar de- unas pretensiones en las que por otra parte, se encontraron enfrentados al resto de las organizaciones sindicales.

Entusiasmo

El entusiasmo desatado por el acontecimiento ha sido tal, que los periódicos criticaban ayer el hecho de que la RAI no hubiera estado entre quienes dieron la gala en directo, ya que en Italia el espectáculo de Verona no se verá en televisión hasta después del verano. Los italianos se perdieron la gran noche, en la que, sólo después del primer acto de Otelo, Plácido Domingo fue obsequiado con cinco minutos de aplausos. Aplausos que. la platea, puesta en pie, repitió al final de una representación en la que Do mingo, que había dicho que esta ba encantado por el desafío, empeñó su voz y su interpretación en la nada fácil tarea de cantar tres actos de tres óperas distintas. Algo que, se asegura aquí, marcará la historia de la lírica mundial, dados los problemas técnicos que impone la Arena de Verona.La dirección de Nello Santi y actuación triple del barítono Leo Nucci, que fue Yago, Amonasro y Marcello en Otelo, Aida y La Bohéme, respectivamente, redondearon una faena que de antemano se sabía bordada.

Con la gala para Plácido Domingo, la Arena de Verona quiere iniciar una fórmula de grandes espectáculos que le permitan superarse a sí misma. El próximo verano será la voz de José Carreras, un homenaje sin motivo concreto, sin aniversario especial, sino como premio a su carrera. Para el 96 la Arena piensa en Pavarotti. También el verano próximo el ente lírico veronés dará cabida a una Carmen del director toscano Franco Zeffirelli, que ha ,anunciado que prepara una puesta en escena "que molestará, no al público, sino a los críticos, que casi nunca entienden la obra de los artistas".