La oposición de Bono no logró paralizar el trasvase

"Ilícito, injusto, insolidario e irresponsable". El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, acogió ayer con visible enfado el acuerdo del Consejo de Ministros que autorizaba el travase de 55 hectómetros cúbicos del Tajo para regar las huertas de la cuenca del Segura. Esto supone la derrota de Bono en la guerra del agua que ha mantenido en las últimas semanas con sus homólogos de la Comunidad Valenciana y Murcia, Joan Lerma y María Antonia Martínez. Ambos agradecieron la solidaridad castellano manchega mientras Bono anunciaba un recurso contra la decisión. Su negativa a ceder "ni una sola gota" le ha costado, además, las críticas del sector guerrista.Los 2.000 manifestantes que ayer reivindicaron en Madrid agua para los almendros y los limoneros de Levante regresaron en sus atobuses victoriosos y aplaudiendo.

Páginas 11 y 12 Editorial en la página 8

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