Después de Botham o Davis, InduráIn

El acoso que sufrió ayer Miguel Induráin en la salida de etapa, en Portsmouth, no tuvo precedente. Cientos de Jóvenes se lanzaron corriendo tras él cuando, tras pasar por el control de firmas, se dirigió hacia el coche de su equipo. Tuvo que refugiarse dentro del vehículo, mientras su director, Echávarri, apartaba a la chavalería. "¡Y decían que en Inglaterra el ciclismo no interesaba!".La cota de popularidad que tiene Induráin en Inglaterra es aún muy inferior a la de Ian Botham o Steve Davis, que son las actuales estrellas del cricket y snooker, respectivamente, pero su presencia levantó pasiones. Su imagen comenzó a ser familiar a través de una completísima y espectacular guía editada para dar a conocer el Tour por donde iba a transcurrir la carrera, al sur de Inglaterra.

Una fotografía suya de 40 centímetros de alto, a todo color, vestido de amarillo en pleno esfuerzo de una contrarreloj, abre la publicación. Se, le presenta como una superestrella, porque puede alcanzar la proeza de ganar cuatro Tours seguidos, que es algo que en Inglaterra empieza a valorarse. En este país se desconocía el ciclismo de competición en carretera, simplemente porque no existía. "En Inglaterra hay que pararse en cada stop y no invadir jamás el carril contrario", revela Sean Yates, uno de los dos corredores ingleses participantes en el Tour.

Yates, cuando llegó el Tour por primera vez a Inglaterra, tenía 14 años: "En aquel entonces no me interesaba en absoluto la bicicleta, luego difícilmente puedo recordar algo de aquello. Lo que ha sucedido ahora es fantástico. El ciclismo se verá desde hoy de otra manera". El cambio ya es un hecho. En la prensa británica, el Tour compartió ayer espacio con el récord mundial en los 100 metros de Leroy Burrell y la Copa del Mundo de fútbol, y en la de Portsmouth, la carrera fue la noticia del día, al margen del suplemento especial dedicado al Tour.