"Nadie ha ganado, nadie ha perdido"

J. M. Si uno está contento, el otro más. Miguel Induráin dice que, después de la contrarreloj por equipos, "lo tenemos mucho mejor que antes". Rominger se siente "satisfecho por la diferencia de 24 segundos

Sus directores también sacaron conclusiones positivas de la etapa y prevén un desenlace favorable de la carrera: para sus respectivos corredores.

Rominger tradujo el significado de la etapa, que se presumía importante, en una sola frase: "Nadie ha ganado el Tour, ni nadie lo ha perdido". También reveló que antes de comenzar la contrarreloj apostaba por la victoria de su equipo "sabiendo que las diferencias no podían ser grandes" pero que el quedar por detrás del Banesto no le supuso decepción alguna: ."Los 24 segundos de desventaja muestran que, psicológicamente, hemos superado la desgracia que tuvimos en el Tour del año pasado, cuando perdimos la carrera en un día como éste, y eso es importante, porque sabemos que estamos fuertes".

Juan Fernández, director de Rominger, confirmó que "24 segundos no son nada" y que las diferencias con respecto a Induráin, "mientras se midan en segundos, es que los objetivos se van cumpliendo".

Induráin, por su parte, considera que lo "importante es ir acumulando ventaja sobre los rivales y estima que "la nota del equipo en la contrarreloj fue buena". "Ahora sólo queda estar atento en el llano hasta la próxima contrarreloj individual" manifestó.

José Miguel Echávarri, director del Banesto, contempla con similar optimismo la situación: "El Tour es como una obra de teatro. Al principio salen al escenario unos actores, en este caso son los corredores del GAN, del Castorama, del GB... Luego, cuando llegue el acto principal, ya saldremos nosotros".

En cuanto a la ventaja de 28 segundos sobre Rominger en la general, dijo: "No se pueden establecer diferencias con otros años. Este Tour es diferente. Cualquier ventaja, aunque sea de un segundo, puede ser impórtante". Reconoció que el Mapei no tuvo ayer su día de suerte, sobre todo con el pinchazo de su quinto corredor al final de la etapa, pero también significó que en su equipo Arrieta se quedó muy pronto, que a Rue hubo que esperarle al principio y que Nijboer se quedó en los últimos kilómetros al acusar el esfuerzo.