Adjudicaciones en pueblos pequeños

En EL PAíS del pasado 16 de abril se publicó una información inexacta en la que se hace referencia a mi persona en relación al cobro de determinadas facturas al Ayuntamiento de Colmenar de Oreja, del que soy concejal, por lo que, de conformidad con lo dispuesto en la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, sobre derecho de rectificación, le ruego que publique íntegramente lo siguiente:Que las 123.000 pesetas abonadas en 1991 no corresponden a un porte a Villamanrique, sino a 11 viajes a dicho municipio.

Me sorprende, por lo demás, la soltura con la que su diario maneja la legislación, pues los grandes juristas y los propios tribunales de justicia no se manifiestan de forma unánime sobre la interpretación que debe hacerse de las incompatibilidades de los cargos públicos, si determinados suministros o prestaciones de servicios merecen el concepto de adjudicaciones, ni si debe mantenerse vigente el artículo 5 del Reglamento de Contratación de las Corporaciones Locales, que, entre otras cosas, impide que se adjudiquen obras o suministros a concejales y parientes de hasta el tercer grado, en línea ascendente y descendente, directa y colateral (hasta los tíos de las esposas).

Y hay autores que. por eso manifiestan que una interpretación rigurosa de la ley dejaría desprovistos y sin suministros a los ayuntamientos de los pequeños municipios, donde prácticamente todos sus habitantes son familiares-