El presidente ordena el análisis de vísceras de dos toros

El presidente del festejo de ayer, Amado Jorge, ordenó al término del mismo que se enviaran a analizar las vísceras del tercer toro y del primer sobrero, que durante la corrida devolvió al corral por sus continuas caídas. "Creo que es lo mejor, dado el comportamiento anormal de ambos", justificó el usía. El tercero, de nombre Borrachón, era de la ganadería de Gabriel Rojas, y el otro, de nombre Escapadito I, de la de Carmen Ordoñez.Por su parte, óscar Higares decía que en el fondo fue mejor que el presidente le negara la oreja del sexto toro: "Aunque parezca mentira, por lo decisivos que son los triunfos aquí, pero prefiero no haberla cortado, porque conforme estaba el público, las protestas habrían sido tremendas". Su razonamiento lo redondeaba así: "Ya se vio el lío que se armó cuando intenté dar vuelta al ruedo; si me da la oreja, explota la plaza".

El madrileño entendía las reacciones del público ante tanto toro devuelto al corral, "con toda justicia, pues eran inválidos", y agregaba que su obligación es pegar pases:, "Eso es lo que hice al sexto, el único que se dejó y con el que, me centré pese a los gritos en los tendidos y a que algunos espectadores se marchaban".

Dámaso González y Manolo Sánchez coincidían en que sus ilusiones se estrellaron contra el mal juego y la invalidez de la corrida: "Triunfar con ellos hubiera sido más que un milagro".