Parla destruye las lápidas del cementerio viejo porque ningún marmolista pujó por ellas

Trabajadores municipales de Parla destruyeron ayer las cerca de sesenta lápidas y cruces del antiguo cementerio después de celebrarse dos subastas a las que no acudió ningún comprador. Los familiares de los difuntos, que se constituyeron en comisión de afectados, decidieron subastar las lápidas entre marmolistas de la región, con el fin de recaudar fondos para acelerar la construcción de la parroquia de los Santos Justo y Pastor. Esta iglesia se levantará en la calle de Leganés, sobre los terrenos que ahora ocupa el camposanto.La primera subasta se ejecutó sin éxito, en el mismo cementerio, la tarde del pasado martes, y al mediodía de ayer se organizó otra a la que tampoco acudió nadie. A continuación, el Ayuntamiento, de acuerdo con los familiares, decidió destruir las lápidas. No obstante, algunos de ellos se quedaron con piezas de mármol como recuerdo.

Con la celebración de la subasta el Consistorio concluyó el traslado de un millar de restos desde el ruinoso cementerio viejo al camposanto municipal. Allí reposarán hasta que la Iglesia construya una parroquia con una cripta cerrada al público en el lugar del viejo cementerio.

El viejo camposanto, enclavado en el casco urbano de Parla y cuyos primeros enterramientos datan de 1850, no admitía más difuntos desde 1977. Los técnicos municipales iniciaron las tareas de exhumación el pasado 4 de abril y encontraron cerca del doble de los restos reclamados por los familiares.